viernes, 7 de octubre de 2011

Soledad

J. Pascual
Llueve, se moja el tiempo mientras mis párpados encierran una lágrima y mis sábanas albergan un recuerdo atado a tus suspiros. Lento, cálido, que envuelve lo añorado, que empaña lo que toca.

Soledades vacías  en la boca del tiempo, que buscan el consuelo en abrazos helados, que en las noches te encuentran dormido entre mis sueños, y envidiosas se escapan a paisajes desiertos.

Quiéreme en el aire de los bosques, en las vagas esquinas de la ciudad que duerme, en los árboles negros de las casas sombrías y en las aguas serenas que las palabras mecen.

El deseo de sentir, de mirar, de volver a sentir.

Y siempre eres tú.




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