sábado, 16 de junio de 2012

Efímero

J. Pascual


A pesar de que te tengo, o eso creo, aún no he sabido guardarte lo suficiente como para estar segura. Es curioso cómo a veces creemos poseer cosas que en realidad ni siquiera son factibles. ¿Cómo podemos estar tan seguros en momentos determinados de contar con una persona como si sólo dependiera de nosotros? ¿Por qué entendemos tan fácilmente que la vida nos regale buenos momentos y no asimilamos que nos pida algo a cambio?

En este momento, sólo sé que estás aquí, en mi mente, en mi cuerpo y en mi alma y no te dejo escapar. Puede que luches para soltarte pero tengo argumentos para impedírtelo. Podría decir que te quiero demasiado, o que no puedo vivir si no te tengo, pero mentiría. Es algo más. Algo que no puede explicarse con simples palabras.